Embarazo Adolescente: Historias, riesgos y prevención

Ps. Lorena Carrasco Psicólogo Clínica, Dra. Lilian Carrasco Gineco-Obstetra

Catalina camina por los pasillos de la maternidad, de un lado a otro mientras vienen las contracciones cada 3 minutos. A su lado, Benjamín la acompaña de la mano. En pocas horas ellos serán padres. Esta historia seria un comienzo ideal, si no fuera porque Catalina y Benjamín aún no terminan el colegio.
Esta imagen, que más de alguna vez hemos visto u oído, no deja de ser preocupante, en especial cuando se piensa que estos adolescentes deberían estar en el colegio preocupados de sus tareas y del futuro académico, sin embargo, prontamente sus principales responsabilidades serán amamantar y criar a un bebé. La nueva realidad que esa pequeña madre vivirá, será muy distinta a la que ella esperaba o deseaba. Las estadísticas demuestran que las madres adolescentes presentan una importante tendencia a la deserción escolar y una dificultad para terminar sus estudios. Deben enfrentar la responsabilidad de llevar un hogar improvisado, muchas veces sin la compañía de su pareja. Catalina no sólo deberá asimilar el impacto del embarazo, sino el duelo de postergar sus sueños y deseo, enfrentando nuevos desafíos como el verse obligada a buscar un trabajo disminuyendo la probabilidad de completar sus estudios. Todo lo anterior da cabida a la perpetuación del círculo de la pobreza.
La estadisticas vitales obtenidas por el INE muestran que el embarazo en menores de 19 años representa el 15% del total de embarazos. La encuesta CASEN muestra que el embarazo adolescente tiende a concentrarse en los estratos sociales mas bajos, señalando que el 74 % de estos están a los 2 quintiles de menores ingresos, por lo tanto mientras en los estratos altos 1 de cada 30 adolescentes es madre, en los sectores de escasos recursos esta relación desciende a 1 de cada 5.
Los factores de riesgo que se relacionan con el embarazo adolescente son multiples y complejos. Por ejemplo actualmente podemos ver que existe una gran brecha entre la madures biológica y la emocional del adolescente, pues cuando a los 12 años ella puede estar preparada biológicamente para el embarazo, recien a los 19 años estara finalizando la etapa de la adolescencia.
Según la 3ª Encuesta Nacional de Juventud, realizada por el INJUV, la edad de inicio sexual en las mujeres es 17,5 años en promedio. Esta encuesta también reveló que el 42% de los adolescentes (entre 15-19 años), ya ha tenido relaciones sexuales y, lo que es aun más preocupante, sólo un tercio de ellos uso algún método anticonceptivo, arriesgandose no solo a un embarazo sino también al contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Una información sexual deficientes es otro factor que incide. Estudios muestran que más del 50% los jóvenes obtiene información de sexualidad de sus compañeros y amigos, el 18% la obtiene de los medios de comunicación como la televisión, y solo un bajo porcentaje menciona a los padres o profesores como referente de información.
Considerando que los adolescentes se encuentran en un desarrollo psicológico, características como una percepción de omnipotencia los hace creer que a ellos no les sucederá, es por ello que tienden a tener comportamientos más riesgosos como un uso irregular de métodos anticonceptivos o el abuso de alcohol y/o drogas. Además, carencias afectivas, baja autoestima, conflictos entre su sistema valórico y el de su familia, disfunción a nivel familiar, antecedentes de embarazos adolescentes dentro de su familia, pérdida de figuras significativas o adultos referentes en su proyecto de vida y factores socioculturales como deserción escolar, pobreza, hacinamiento, problemas de alcoholismo o drogadicción entre otros favorecerán aun más el riesgo de un embarazo adolescente.
Para prevenir que se replique esta situación, contamos con varios recursos que nos permiten ayudar a nuestros adolescentes a tomar decisiones informadas y que permiten prepararlos frente a al inicio de una vida sexual. Fomente una vida sana y sin vicios, promueva el autocuidado en la salud reproductiva y provea a su adolescente un sistema valórico significativos. Estimule la creación y desarrollo de proyectos de vida futura, fortalezca la autoestima y el fomentar la capacidad reflexiva del adolescente. Considere que un factor trascendental es hablar franca y cercanamente, favoreciendo que usted sea un adulto significativo con información viable para su adolescente, pues una familia contenedora y un dialogo fluido son factores protectores esenciales.
Comprendamos que el embarazo adolescente es una problemática compartida por todos, por ende, tenemos una responsabilidad social frente a nuestros adolescentes, donde necesitamos generar acciones sociales como: crear espacios de diálogos, disminuir la brecha económica y crear políticas públicas que permita generar estrategias preventivas y que considere una visión integral que abarque aspectos biológicos, psicológicos, sociales y culturales. Sólo así lograremos disminuir este porcentaje que marca las vidas adolescentes como la de Catalina y Benjamín .