Violencia al Interior de la Familia


La violencia intrafamiliar es un tema que desde hace unos años ha estado en boga. Hablamos de violencia cuando existe un abuso de poder y coerción sobre otro, pero cuando esto se encuentra dentro de nuestro círculo cercano, aquel que debe protegernos y formarnos como seres humanos, hablamos de violencia en la familia. Y aquí pasa a ser un tema complejo, pues aparece la dicotomía de quien te debe cuidar y brindar seguridad es quien te comienza a vulnerar. ¿Qué hacer en ese momento?

He escuchado a muchas personas decir: ¿Por qué no denuncia? ¿por qué no hace algo? Y ahí es donde me pregunto: ¿Qué poder hacer frente a esta realidad? SERNAM en un estudio indica que las mujeres se demoran 7 años en denunciar. Estudios en la materia develan que solo el 20% denuncia hechos de vulneración de derechos en niños. ¿Cómo no poder hacer algo para poder detener esa situación?.

Si usted conversa con personas de la tercera edad descubrirá que muchas mujeres eran acosadas, vulneradas e incluso violadas por tíos, primos, hermanos e incluso sus padres, y nunca nadie denuncio. Obligadas a salir de la escuela para trabajar o criar a sus hermanos, sin educación o herramientas para escapar de su realidad.

O incluso podrá usted recordar que ahí por la década del 70 u 80, incluso hasta principios de los 90, recordara cosas que eran cotidianas, ¿Recuerda cuando iba en la micro y más de una vez algún pervertido se sintió con la libertad de manosearla?
Por lo tanto, parece que la vulneración de derechos estaba dentro de la historia de cada familia, las correas o cinturones estaban ahí para recordarnos quien es el que manda. Y ahí está la base de la violencia intrafamiliar, no el castigo para provocar dolor sino el abuso de poder, el imponerte sobre uno más débil.

Es por ello que es importante aprender a identificarla, pues es el inicio para poder comenzar a cambiar la realidad de quien la vive. La violencia presenta distintas manifestaciones: Física, psicológica, sexual y económica.

ž       Abuso físico: se refiere a las manifestaciones de violencia dirigidas al cuerpo de la otra persona y comprende diversas conductas, entre ellas, empujones, tirones de pelo, cachetadas, golpes con puños, golpes con objetos, patadas, palizas, quemaduras, etc. (Martínez, et.al., 1997).
ž      Abuso psicológico o emocional: son aquellas conductas que por acción u omisión, se orientan a causar temor, intimidar y controlar la conducta, los sentimientos y pensamientos de la persona agredida. Se pueden distinguir dentro de esta forma de abuso, los insultos, garabatos, las descalificaciones, amenazas, extorsiones, manipulaciones, el control y restricciones de la libertad personal, el abandono, etc. (Martínez, et. al., 1997).
ž      Abuso sexual: consiste en la imposición de actos de orden sexual, contra la voluntad del otro (Corsi, J., 1994). Se incluyen en este tipo de violencia, las relaciones sexuales forzadas, la violación marital, el acoso o asedio sexual, la exposición a actividades sexuales no deseadas, la manipulación a través de la sexualidad, etc. (Martínez, et. al., 1997).
ž      Abuso económico: se refiere a las conductas orientadas a privar al otro de sus necesidades básicas y puede manifestarse a través de la privación económica, la extorsión, la apropiación de bienes o de dinero, entre otras.

La identificación por parte de quien sufre violencia o un cercano a esta de la presencia de estas manifestaciones es de vital importancia, pues comienza el punto de identificar de que algo no está bien y puede ser cambiado, no obstante, este reconocimiento es complejo para la víctima, ya que indica que debe reconocer que quien ama también es quien hace un daño profundo.
Es el momento para poder acercarnos y pedir ayuda. Existen distintas instituciones en las municipalidades (oficina de la mujer), en el gobierno (centros de la mujer de SERNAM), en las policías e incluso en su consultorio más cercano, donde puede encontrar a gente especializada que la escuchara, acompañara y ayudara para que este círculo se rompa.
El primer paso siempre es el más difícil, pero siempre es el más valiente. No dude, somos muchas las personas esperando para poder acompañarte y ayudarte en este proceso tan difícil.


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